Esta semana festejamos el día de la madre, una fecha muy especial, que moviliza a muchas personas y también muchos comercios. Es el momento más importante del año para el consumo en los rubros femeninos, y después de tanto tiempo trabajando en cosmética, solía tener para mí una fuerte connotación comercial. Eso hasta que fui mamá, y pasó a tener una relevancia más grande, porque también es mi día. La primera vez que mi hijo me entregó el regalito que preparó en el jardín, casi me explota el corazón de emoción. Solo por ver esa carita orgullosa y esas manos regordetas haciendo entrega solemne del regalo más divino del mundo, pasó a valer la pena este día, y es mucho más que una fecha comercial.
Así que en este contexto, pensé que la fecha era un buen momento para retomar las columnas semanales. Lo difícil fue encontrar sobre qué escribir. Ideas se me ocurrieron muchas, porque la experiencia de la maternidad es tan movilizadora que te inspira a reflexionar sobre miles de cosas. Resulta imposible reflejarlas todas, porque esto es una columna y parte de la gracia es que sea breve, así que tuve que elegir una sola. Lo que elegí fue contar la historia de una mamá, mejor dicho, de una super mamá. Una mamá como tantas, pero que admiro mucho, y me inspira todos los días. Es la historia de Gabriela, para todos Gaby, la mamá de Catalina, una mujercita divina de 15 años que nació con síndrome de down.
Fue una sorpresa, no fue lo que Gaby había esperado durante el embarazo, a pesar de que dice haber tenido algunas señales que no supo interpretar. Y quizás no era lo planeado, pero sin dudas terminó superando cualquier expectativa. El primer desafío fue derribar prejuicios, primero los de ella misma, los de la familia, los de los propios médicos, y los del resto de la sociedad. Pero desde un principio se plantó con una convicción férrea de que iba a sacar a Catalina adelante. Y así fue. Claro que tuvo que pelear con médicos, para que le dieran a su hija el mismo tratamiento que le darían a cualquier otro niño, con maestras para que la incluyeran en la escuela, y que se dedicaran a enseñarle y no solamente a entretenerla, y hasta con niñitos de la edad a los que tuvo “ubicar” para que no se atrevieran a burlarse de Catalina.
En base al incansable estímulo y dedicación de su madre, Catalina hoy va a un colegio especializado, donde la están capacitando para poder trabajar, para ser el día de mañana una persona independiente. Pero ese camino no fue fácil, sobre todo porque hubo que tomar muchas decisiones, y decidir sobre cosas que involucran el futuro de nuestros hijos nunca es fácil. Hay que tener coraje para tomar una opción, firmeza para mantenerla, y la valentía suficiente para cambiar el rumbo cuando las cosas no marchan como uno espera. A Gaby le tocaron todas estas, y muchas más, mientras iba haciendo camino al andar. Hasta donde yo sé, nunca se amedrentó, pero si alguna vez tuvo ganas de darse por vencida, seguro le duró poco, probablemente hasta ver la carita feliz de Catalina, o presenciar alguno de sus tantos logros que la llenan de orgullo.
Todas las mamás hemos tenido miedos e incertidumbre respecto a nuestros hijos, pero seguro Gaby tuvo algunos más. Todas hemos tenido que enfrentar retos, pero a ella le tocó uno un poquito más difícil, y además le tocó enfrentarlo sola. Por todo eso es que creo se merece este humilde homenaje en esta semana tan especial.
Este domingo, feliz día a todas las mamás, especialmente a todas las que como Gaby desafían a sus hijos a ir más allá de sus propios límites. Las que como ella, se desviven diariamente para que sus hijos encuentren su lugar en el mundo. A las que no se dejan abatir por las circunstancias y buscan, y siempre encuentran, la mejor manera de hacer las cosas. De eso se trata ser mamá, de protegerlos, de guiarlos, y de dejarlos recorrer su camino. Parece tan simple, ¡pero es tan complejo! Supongo que es por todo esto es que la fecha se volvió tan significativa para mí. Desde acá el más afectuoso saludo a todas las que, en el acierto o en el error, se animan a intentarlo.
Excelente nota, nos emocionamos!
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Gracias Sofi por contar esta linda historia de nosotras.
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Sofi, que lindo!!! Felicitaciones! Besos y obvio, feliz día!!
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