Hoy 19 de junio festejamos el día del abuelo. Festejamos también el nacimiento del prócer y día de la bandera. Resulta un misterio para mí por qué habrá sido que fijaron el día del abuelo, el mismo día que el natalicio de Artigas. Supongo que habrá sido para honrar a los abuelos en el día del nacimiento de la personalidad más destacada de este país. Si fue así, me sumo a los honores desde esta columna, que hoy va dedicada a los abuelos.
Tuve la suerte de ser la nieta mayor de mis cuatro abuelos, y tuve la suerte de disfrutarlos muchísimo. Cuando uno es niño, no hay nada imposible para los abuelos. Los vemos como a una especie de superhéroe, dispuestos a hacer lo que sea por vernos felices. Al menos así fueron los míos, así son los de mis hijos, y muchos otros que tuve y tengo el gusto de conocer.
¿Qué es lo que hace que los abuelos sean tan especiales para los nietos? Es verdad que nos malcrían un poco, nos hacen toneladas de regalos, y siempre, siempre, la comida que nos gusta. Pero hay otro secreto: nos hacen sentir las personas más importantes y más especiales de este mundo. Al menos eso me pasó a mi, y me animo a decir que es un sentimiento compartido. Quizás ese secreto es lo que hace que el vínculo con los abuelos se mantenga tan presente, a pesar de que algunos ya hace tiempo no están.
Y por el otro lado, ¿qué es lo que hace a los nietos unos seres tan especiales para los abuelos? Me había preguntado esto otras veces a lo largo de la vida, pero solo lo entendí el día que tuve hijos. Es bastante lógico en realidad, los hijos son lo más lindo que uno tiene, lo más importante, lo más preciado. Y que un hijo tuyo, a su vez tenga un hijo, debe ser algo increíble. Por eso es que todos los nietos nacemos con esas dosis de amor incondicional de parte de nuestros abuelos. Es un amor por partida doble, que tiene como base todo lo que uno quiere a sus hijos, y que se multiplica para recaer en otra personita. Ojalá algún día sea abuela para vivirlo.
Desde que escribo esta columna, le pongo un poco más de pienso a fechas como la de hoy, que hasta ahora solo ameritaban un saludo. Y estoy contenta por hacer estas reflexiones, especialmente hoy, porque recordar el tiempo compartido con mis abuelos me llenó de emoción de una forma que no hubiera pensado. Por eso es que les digo desde el corazón: ¡muy feliz día a todos los abuelos! Muy feliz día a todos los hacen sentir a sus nietos las personas más especiales en este mundo, como lo hicieron mis abuelos, y como hoy lo hacen los abuelos de mis hijos. Seguramente algún día alguno de sus nietos los recuerde con tanto cariño y emoción como yo lo hago hoy.
Muy lindo lo q escribís y cuantos recuerdos. Me encantó!!
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Que lindo y conmovedor !!! Diego se sintió identificado con tu testimonio !!
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