Así se presentó la orquesta Cateura, al cierre de un congreso de Marketing al que fui la semana pasada. Después de dos días intensos y siendo viernes de tardecita, pensé en ver de qué se trataba y después irme a terminar lo que tenía por hacer antes de arrancar el fin de semana. Resulta que me quede hasta el final, como las seiscientas personas que estaban en el mismo auditorio. La columna de esta semana no podía pasar por alto esta experiencia tan inspiradora, que voy a intentar traducir en palabras en los párrafos que siguen.

Favio Chávez es miembro de Sonidos de la Tierra, una asociación sin fines de lucro que pretende llevar la música a jóvenes con pocos recursos, con el convencimiento de su enorme poder de transformación social. Y se le ocurrió llevarla a Cateura, una localidad en Paraguay donde van a parar todos los residuos de la gente de alrededor, un inmenso basural donde la gente vive de lo que recoge de la basura y revende. Enseguida que llegaron a Cateura tenían muchos jóvenes inscriptos, y muchos voluntarios para fabricar instrumentos, pero pocos recursos para llegar a todos. Hasta que surgió la idea de convertir la basura en instrumentos musicales, y con un violín del propio Flavio como prototipo, fabricaron el primer violín hecho de residuos, que sonaba bastante bien, y era perfecto para las primeras lecciones de música de un niño.

Hoy hay más de ciento cincuenta jóvenes que estudian música en Cateura, de los cuales sesenta componen la orquesta, y quince viajaron a Uruguay para tocar en la tardecita helada del viernes pasado. Conocimos a una de las violinistas, una chica de catorce años que toca con un violín hecho con una lata de pintura (de la que se ve hasta la marca, para nosotros los Marketineros), una asadera de cocina, y un tenedor que sostiene las cuerdas. Parece rudimentario, pero suena bien, y eriza la piel de cualquiera que lo escuche. El propio Favio Chávez  contó que sería imposible que estos jóvenes aprendieran música de cualquier otra manera, ya que un violín costaría más que la casa donde viven.

También conocimos a Juanjo, que nos deleitó con los primeros acordes de Nothing Else Matters en su guitarra eléctrica. Resulta que un día Favio Chávez recibió un mail que los invitaba a tocar con Metallica, pero lo desechó pensando que era spam. Pero volvieron a insistir, y esta vez Favio se lo comentó a Juanjo, el metalero de la orquesta, que le dijo: “Decí que sí, y después te explico”. Y así fueron los teloneros de Metallica en una gira internacional, y por supuesto se hicieron de una guitarra eléctrica y una batería, con el material de una radiografía que le hicieron al propio baterista. Así fue que hicieron sonar Nothing Else Matters ante un auditorio atónito, que los ovacionó de pie.

La convicción de que la música tiene un gran poder de transformación social, se hace realidad al escuchar a Cateura. Uno no puede dejar de pensar en qué estarían haciendo todos estos jóvenes nacidos en un basural, si no fuera por esta iniciativa. Eran jóvenes de esos que se etiquetarían fácilmente como “sin futuro”, pero que gracias a la música encontraron un motivo, y un medio, para salir adelante. Hay jóvenes que empezaron golpeando latas, y hoy estudian percusión en la Universidad de Música de Paraguay. Gracias a una dosis extraordinaria de creatividad, a muchos voluntarios, y a una cantidad de jóvenes que se animan a intentarlo, es que hoy existe una iniciativa como esta. Un proyecto que logra transformar la basura que nadie quiere ver, en instrumentos musicales, y a los jóvenes que viven entre la basura, en músicos.

La versión de Imagine que escuchamos el viernes, nos erizó la piel a todos los que estábamos ahí, y a más de uno le arrancó una lágrima. Una versión cargada de simbolismo y significado, con una energía tan especial, que me animo a decir que hasta el propio John Lennon la hubiera aplaudido de pie, a pesar de algún desarreglo musical. Porque todos   corroboramos que Lennon no era el único soñador, y que este tipo de cosas que hacen del mundo un lugar mejor, existen.

Abajo les dejo un link donde pueden conocer más de Cateura. Son solo tres minutos, y vale la pena hacerles el honor. Porque nacieron en un basural, y hoy viven de la música. Porque tocan instrumentos reciclados, pero fueron teloneros de Metallica ante 50.000 personas. Porque la vida les dio basura, y ellos nos dan música, una lección de creatividad, y mucho en que pensar.

https://www.youtube.com/watch?v=7AOnZb7ZlJI

cateura 3

 

7 comentarios en “La vida nos dio basura, nosotros le devolvemos música.

  1. Impresionante Sofi !!! la vida te da las cartas, uno decide como jugarlas, de la mejor o peor forma. Estos chicos son unos ganadores !! gracias por compartirlo.

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